El CBTis 117 está ubicado en Cuauhtémoc, Chih., una ciudad con cerca de cien mil habitantes. El CBTis tiene 30 años de servicios. Actualmente, aunque no siempre ha sido así, la mayoría de sus estudiantes son de clase media baja y baja. Aunque se encuentra en una importante zona frutícola, agrícola y ganadera, la proporción de alumnos cuyos padres se dedican a estas actividades es baja, predominando sus actividades en el sector industrial y comercial, siendo empleados la mayoría de ellos.
Cuauhtémoc es una ciudad con pocas instalaciones de esparcimiento y recreación para los jóvenes, sin embargo, en los últimos años los espacios deportivos y culturales se han incrementado considerablemente, junto con una serie de actividades como cursos y talleres por parte de la administración pública. Como ciudad chica, cuenta con pocos lugares de sana diversión para los jóvenes.
Aunque la violencia en el estado ha aumentado al grado de estar considerado como el estado más violento de la república, en Cuauhtemoc todavía se pueden considerar bajos los índices delictivos derivados del narcotráfico y de un alarmante número de ejecuciones por sicarios en su lucha por las plazas de paso, distribución y consumo de enervantes, siendo los principales delitos robos a diversas empresas y domicilios. Sin embargo, la fácil y desmedida adquisición de dinero por estos medios, no deja de ser un peligro potencial para las aspiraciones de algunos jóvenes, sobre todo, los que proceden de familias más desintegradas, aunque la ambición puede afectar a todos por igual.
La gran cantidad de vehículos ilegales o “chuecos”, problema característico de esta región, permite que una gran cantidad de alumnos acudan en su propio vehículo a la escuela, el resto lo hace mediante transporte público, en camiones urbanos.
En el plantel, las reformas implementadas, con métodos menos estrictos de evaluación y con un gran número de oportunidades de regularización, han disminuido considerablemente la deserción. Factores como embarazos, violencia entre alumnos, o entre docentes y alumnos, no son estadísticamente significatoivos, sin que ello quiera decir que no hay docentes que ejercen violencia en alguna de sus muy variadas modalidades hacia los alumnos, sin embargo, el porcentaje es muy bajo.
Tanto el plantel, como la administración pública y organizaciones del sector salud y clubes sociales, han destinado recursos y esfuerzos importantes para la orientación de los estudiantes, sobre todo en temas de sexualidad, alcoholismo y drogadicción, de manera que prácticamente todos los alumnos han participado en algunos eventos al respecto.
La actividad económica, empleos, servicios públicos y seguridad, son aspectos que competen al gobierno, en sus diferentes niveles, y en los que poco o nada podemos intervenir como docentes educadores y formadores que somos. Queda en nuestras manos, porque está a nuestro alcance, practicar con el ejemplo, y, con la RIEMS, desarrollar las competencias genéricas, buscando con ellas lograr un cambio de actitud en el alumno, como individuo y como ciudadano, formación que le permita comprender, enfrentar y abordar de la mejor manera los diferentes aspectos como sexualidad, seguridad y cuidado del medio ambiente, y deslindarse, mantenerse al margen, del bajo mundo del contrabando, narcotráfico, narcoejecuciones y demás actividades delictivas. Creo que ésta es nuestra función, y tras un semestre de iniciada la RIEMS, pienso que es momento de evaluar lo logrado en este aspecto.Para la realización del andamio se contó con la participación de un grupo de docentes, las oficinas de Orientación Educativa y Control Escolar del plantel; de las oficinas de Desarrollo Social y Servicios Públicos del municipio y del departamento de Desarrollo Urbano y Ecología del Estado. También de diversas fuentes de internet y radio y prensa local.